sábado, 19 de diciembre de 2015

Indicador "tuercas apretadas/hora"


La sanidad (que no la medicina) se divide en muchas parcelas cuyo desempeño en ellas tiene unas características especiales. La medicina, en todas ellas, tiene los mismos principios. Y esto que parece de Perogrullo genera no pocos conflictos.

Quizá es necesario vivir la sanidad en varios ámbitos- estructural, de concepto e incluso de dueño distintos (publica, público-privada o privada) para entender que la Medicina es una y en todos ellos la misma.


Muchos conflictos se generan por esto: no entender que la medicina es un arte y el ámbito donde apliquemos éste es tan solo el dónde y nunca el cómo. Así, cada parcela de trabajo tiene unas características y a ellas deberemos amoldar el ejercicio de la profesión sin que la esencia, la ética del mismo y la deontología, cambien. Y no al revés. A cada lugar de trabajo y el arte médico desarrollado en él, deben ajustarse los parámetros de calidad, eficacia y eficiencia. No puede ser el dónde ejerzamos el que determine el cómo lo hacemos; tampoco puede ser lo que se mida  elemento condicionante del trabajo hecho, es decir, " dime lo que me vas a medir y yo veré como enfoco mi trabajo para que cuadre".


Si nuestro trabajo es en una cadena de montaje de una fábrica, nos medirán el tiempo que invertimos en apretar un tornillo o una tuerca, por ejemplo. Así la calidad vendrá determinada por el número de turcas-tornillo /hora que apretemos: a mayor ratio, más eficacia. El problema viene cuando usamos ratios erróneas - probablemente ensayadas en otras áreas profesionales- para medir calidad de modo que, en lugar de buscar parámetros adecuados, usemos los de la fábrica y las tuercas: cambiando el tiempo de consulta invertido/paciente por el tiempo de apretar tornillo-tuerca/ hora.


Trabajar en un servicio de urgencias (nota: nunca entendí porque cada uno trabaja en su servicio y "los de urgencias" trabajamos en la puerta) es complejo a la vez que apasionante. Los errores aquí no sé si son más que la media, aunque sí más llamativos y más cercanos para mí, por ser mi lugar de trabajo. Un mayor volumen de trabajo genera proporcionalmente más errores y ante estos, si que es necesaria una pausada reflexión.

Habría que diseccionar el asunto:


   - puede ser un problema de tiempo y de recursos humanos, que determinan el tiempo por paciente que podemos dedicar. Sin embargo, aun siendo muy importante, no creo que sea lo decisivo, aunque sí lo que nos miden. Y esto si es un problema. 

    -debemos considerar cómo nos enfrentamos a esa falta de tiempo y de recursos, y cómo esto condiciona nuestra forma de trabajar. Necesitamos para una atención asistencial de calidad - sí, también en el servicio de Urgencias- aptitud(formación), actitud (vertiente emocional), y destrezas (vertiente conductual) y de ellas sólo se mide la primera a través de la residencia o al menos esa es mi impresión, siempre personal. Después, los adjuntos, aquellos que no solo debemos trabajar, enseñar y dar ejemplo… de medir calidad asistencial ¡¡olvídate!! (salvo cumplimiento de determinados objetivos en relación, generalmente, con el gasto).

Tan solo nos preocupamos de sobrevivir con cordura a una avalancha irracional de trabajo inasumible. Y aun así, pensando en el paciente y solo en él , seguimos siendo la “mano que aprieta la tuerca”.



¿Cómo mejorarlo? Es la pregunta del millón...



1- Realizar el trabajo en un tiempo razonable para cada paciente de modo responsable; es decir, negarse a que "te paguen por atender pacientes" y que midan tu trabajo en "tuercas apretadas /hora".

2-No dejarse amilanar ni seducir por los objetivos y la repercusión de éstos en el sueldo.

3-Saber que dedicar el tiempo que precisa cada paciente- quizá mayor que "el apretón de tuerca" /hora estándar- no debe estar penalizado sino ponerlo en valor.

4- Debemos ser valientes y pedir que se mida la actitud y las destrezas para mejor atención del paciente; fomentar las quejas de éste -concretas y respetuosas- que permitan meditar y mejorar su atención. Su voz es importante para dejar de mirarnos el ombligo...

5- Meditar si, los médicos, estamos consintiendo que se trabaje en condiciones "no ideales": turnos de 24h, con plantillas por guardia mal dimensionadas y donde se valore más los "pacientes/ hora" vistos y el cumplimiento de tiempos que determine un triaje" por colorines" que realmente cómo sea la atención prestada, en calidad técnica y humana.



Pues eso, que necesitamos más tiempo, más recursos humanos y que éstos trabajen de otro modo; además que se midan otros ratios y otros indicadores que aunque nadie los considere existen, como Teruel. Si no seguiremos siendo la mano que aprieta la tuerca…

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