lunes, 15 de septiembre de 2014

Fuego cruzado (o como dispararnos en el pecho nosotros mismos)

Cuando uno vuelve de vacaciones, si éstas han sido reparadoras, descubres el mundo con otros ojos.
Casi experimentas la misma sensación que cuando te pones las gafas ( esas que tanto necesitas y te resistes a llevar, apretando  los ojos  de modo permanente, para conseguir  ver igual de mal pero añadiendo un tremendo dolor de cabeza).

La vuelta al trabajo no tendría porque ser dura, ni experimentar un síndrome con nombre propio ni ocupar minutos en un telediario nacional.
Es algo que anualmente se repite y de lo que deberíamos aprender -para las siguientes- si es que no hemos sido capaces de desconectar y descansar.
Sin embargo, este año, en el que SI he descansado y desconectado, SI he programado la vuelta y he intentado hacerlo con ganas e ilusión -siguiendo el ejemplo de @RaulCalvoRico en su primer día de trabajo post vacacional contado en una serie de Twits que eran como para enmarcarse-, la vida laboral me ha sorprendido.


Me he visto en medio de un fuego cruzado horizontal de lo más estéril, peligroso y agotador que , probablemente, existía antes de irme pero que mi cansancio e inercia no me dejaban apreciar .
Seguro que yo misma he pronunciado cualquiera de las siguientes frases más de una vez pero hasta hoy no entendí que, cada una, era un disparo perdido hacia el pecho propio del colectivo médico( de todos, sin etiquetas, porque especialistas ¡somos todos!)

Atención primaria se queja de su volumen de trabajo -que lo hay- y del trabajo realizado (o mejor dicho del no realizado) por A.Hospitalaria y Urgencias extrahospitalaria;éstos del trabajo que les da A.Primaria y lo difícil de su relación con el Hospital ;desde el Hospital, en ocasiones, se oyen comentarios a los casos que les llegan sin valorar, en su justa medida, las condiciones y limitaciones en las que realiza el trabajo cada quién...

-"Esto no es mío, al hospital"; "pero, ¿qué hacen allí que mandan esto","¿será posible que esto no se haya visto hasta hoy?”...( frases verídicas oídas desde el día 1/09).

Pero el "esto" de las frases son pacientes- los tuyos y míos-que no tienen la culpa de una mala organización sanitaria en la mayoría de las ocasiones y de una falta de información-educación sanitaria del profesional al paciente, otras tantas.

Probablemente no es nuevo, anualmente podría contar lo mismo y no cambia de un año a otro.La diferencia es que, esta vez, he sido capaz de ver algo invisible normalmente a nuestros ojos cansados y desmotivados pero perjudicial como un virus transmitido por el aire: a todos llega y a todos puede enfermar.

¿Por qué no nos ponemos las "gafas de ver la profesión" de un modo positivo, al compañero con criterio -humano y clínico- recto y ganas de beneficiar al paciente?.

Sería  más fácil dejar de disparar que ponerse un chaleco antibalas y esquivar al francotirador


                       

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